miércoles, mayo 15, 2024
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Manifestantes en Polonia consiguen que se retrase puesta en vigor de nueva ley anti-aborto

Más de cien mil ciudadanos exigieron a su gobierno que no se implemente la nueva ley anti-aborto

A principios de octubre de este año, el Tribunal Constitucional de la República de Polonia decretó que una reforma para la ley que permite el aborto sería implementada antes de terminar el año, cosa que resultaría en la prohibición de la interrupción del embarazo en los casos en que el feto tuviese malformaciones o un alto riesgo de desarrollar enfermedades congénitas.  

Esto implicaría que las mujeres en Polonia con embarazos de alto riesgo para su salud, o la del producto, perderían la opción de interrumpirlo. La decisión del Tribunal ha enervado a grupos feministas de Polonia, así como a opositores de la extrema derecha, que se manifestaron en contra de esta iniciativa planteada por el partido Ley y Justicia de Polonia casi inmediatamente después de que fuese anunciada.

Jarosław Kaczyński, líder de dicho partido, es quien ha estado detrás de la iniciativa antiaborto que por el apoyo que ha recibido de organizaciones católicas, ha levantado controversia en la Unión Europea (UE); el viernes miles de manifestantes, la mayoría en sus veintes, de acuerdo con información de The Guardian, se dirigieron a la casa  de Kaczyński coreando consignas en contra del ala política que representa; antes de que llegaran fueron detenidos por elementos de la policía.

Fueron las calles de Varsovia, capital de esta nación, las que atestigüaron, el día viernes, lo que se ha convertido en la manifestación más grande que ha visto la historia de Polonia desde las que tuvieron lugar durante el fin del comunismo en esta nación. Esta manifestación en la que se integraron un total de cien mil personas, tanto de grupos feministas, como defensores de los derechos humanos y opositores de la derecha radical y abiertamente católica, ha derivado en la decisión del Tribunal Constitucional de retrasar la implementación de la ley antiaborto hasta que sea resuelto con mayor detalle el marco en el que será considerada legal su práctica.

Se tiene registro de que cerca del 96 porciento de los abortos que se realizan en Polonia se llevan a cabo con el fin de evitar productos con dificultades para su óptimo desarrollo; quienes apoyan esta práctica consideran lo más ético evitar que un ser humano lleve una existencia con una enfermedad o malformación que mengue su calidad de vida. Esta ley que permite el aborto es parte de la constitución polaca desde 1933.

Por otra parte, quienes apoyan que las leyes en torno al aborto sean más estrictas se manifestaron por medio de una junta de firmas por parte de una comunidad católica en Polonia, se juntaron más de 2.000 firmas, y esto se tomó en cuenta para la decisión que hasta ahora ha sido postergada por el Tribunal.

El presidente de Polonia, Andrzej Duda, quien fue reelecto en las elecciones de este año y es considerado ultra conservador, ha propuesto que se permita el aborto en casos de enfermedades y malformaciones que no sean síndrome de down; expertos consideran que esto es una medida populista para garantizar el apoyo para su gobierno por parte de la población católica. 

Justyna Kowalczyc-Tekieli, renombrada atleta polaca y dos veces medallista olímpica, compartió su perspectiva sobre la ley antiaborto y dijo que «las mujeres están siendo disminuidas al rol de incubadoras. Es increíble que se condene a la mujer por traer a la vida un feto muerto». 

Hospitales en Varsovia comenzaban a rechazar a mujeres que acudían con la intención de practicarse un aborto, lo cual no tenía que ocurrir al no haber entrado aún en vigor la nueva ley; con la nueva ola de contagios por Covid-19 que azota a esta nación, las mujeres que desean realizar un aborto son cada vez menos prioritarias para el sistema de salud polaco. La criminalización del aborto en Polonia y la pérdida de laicidad en su sistema político con la marcada influencia de la iglesia católica en sus decisiones es preocupante para el resto de la Unión Europea, que ha vivido de primera mano regímenes que influenciados por la religión han dejado heridas profundas en su historia. 

Con información de J.Augusto Peña

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