* Esta historia se sitúa en el futuro, donde los protagonistas son los habitantes de dos universos paralelos conectados por el dolor y la violencia.
* Escrita por Josué Almanza, bajo la dirección de Julián Reyes Botello, es una coproducción de MoS e Inbursa, realizada gracias a EFIARTES.
* Se presentará hasta el próximo 18 de febrero en la Sala Xavier Villaurrutia.
CIUDAD DE MÉXICO, 01 de febrero de 2024.- La explotación y la violencia no han desaparecido en el futuro. Corre el año 3217, desde hace 10 años catástrofes naturales y enfermedades han diezmado a la humanidad. En la zona del silencio del desierto de Silere, hay mensajes que develan la existencia de una realidad paralela causante de la muerte en este universo.
La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro y la compañía MOS, presentan Los obscenos de Silere/Vórtex, escrita por Josué Almanza, bajo la dirección de Julián Reyes Botello, con las actuaciones de Jennifer Mápula, Aldo Bringas, Natalia Verduzco, Sandra Vázquez, Samantha Mejía y Adalberto Márquez.
Se presentará hasta el próximo 18 de febrero, los jueves, viernes y sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas, en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.
Esta obra se trata de los universos paralelos de Silere y Vórtex. El primero es un desierto en un mundo postapocalíptico, donde sus habitantes visten desgastadas prendas cafés, grises y verdes para proteger su piel de la intemperie, y donde su dolor es explotado para beneficio de otra civilización.
Mientras que Vórtex es el nombre de la empresa que genera dolor en el primer universo para poder crear energía a su costa; y vivir cómodamente en un mundo donde la gente viste de blanco impoluto, con formas arquitectónicas y en el que destaca el diseño lumínico.
La relación entre ambas realidades está dada por el uso de dos lenguajes creativos: el teatral dialoga con el cinematográfico, la escena, la vida, el sudor de las personas que están viviendo la ficción es, por momentos, atravesada por visiones del otro universo a través de proyecciones cinematográficas, el cine se intersecta con el teatro complejizando así la relación entre ambas realidades.
Esta es una obra de ciencia ficción que refleja cómo a pesar del tiempo y del desarrollo tecnológico, los humanos son usados como baterías por otros que tienen más poder.
“La obra narra la historia en un universo paralelo de un grupo de jóvenes que se descubren violentados por una empresa que usa su dolor para generar energía. En un intento de defenderse, estos jóvenes fracturan el tiempo encerrando así en un bucle temporal a ambos universos”, explicaron los integrantes de la compañía.
Ensayo sobre la violencia
Josué Almanza escribió este texto como un ensayo sobre la violencia, aunque en la presentación de este elemento también aparece la antítesis, que es el placer. Pese a que la comunicación entre los universos paralelos se puede dar en los dos sentidos que son el dolor y el placer, siempre se prefiere la primera opción.
La palabra “obsceno” dentro del título, más que establecer la idea del grotesco que contiene la acepción de esta, dialoga con uno de los posibles orígenes etimológicos de la palabra: el teatro griego, donde todo aquello que implicaba violencia o sexualidad ocurría fuera de escena y sólo llegaba un mensajero a contar estos actos: es decir, lo oculto es lo obsceno.
Los creadores de este montaje mencionan que “la obra parte de la idea de develar lo oculto, de hacer presente lo divino a través de lo humano, de darle luz a la violencia, de abrir el miedo al erotismo, al placer”.
El diseño y coordinación de vestuario estuvo a cargo de Estela Fagoaga, la realización de vestuario es de Trama y Drama, el diseño de escenografía de Erika Gómez, el diseño sonoro es de Xicoténcatl Reyes, el diseño de iluminación es de Alejandra Linares, el diseño de maquillaje y peluquería de Mariana Gutiérrez, mientras que la producción ejecutiva estuvo a cargo de Verónica Ramos.
