Durante los últimos tres años, expertos han observado el incremento de delfines que han aparecido muertos en la costa atlántica de Francia.
“Hemos visto más de 1,000 muertes (delfines y marsopas) durante un período de cuatro meses cada invierno», declaró Morgane Perri, bióloga marina del oeste de Francia.
Los cadáveres presentan a menudo fracturas, colas y aletas rotas e incisiones profundas en la piel, por lo que se cree que la mayoría de los delfines se ahogaron en las redes de arrastre de las grandes embarcaciones de pesca.
«Estamos alcanzando tasas de mortalidad que amenazan la supervivencia de la población de delfines en la Bahía de Gascuña», aseguró Perri.
Expertos estiman que el número real de delfines muertos es de 5 a 10 veces mayor, pues no todos los cadáveres llegan a encallar en las costas.
Los pescadores de redes de arrastres de la costa atlántica francesa aseguran que hace más de una década utilizan sistemas de alerta sonora para alejar a los delfines de las redes de pesca. Pero la organización internacional Sea Shepherd France afirma que este tipo de protecciones no siempre son utilizadas.
Con información de Magaly Montoya.
