Dentro del reino animal, la mayoría de las especies tienen varias parejas a lo largo de su vida; sin embargo, existen otras que son monógamas y permanecen con un único compañero, tal es el caso de los caballitos de mar.
Estos animales, también llamados hipocampos, se caracterizan por formar relaciones muy estrechas con su pareja, en la que abunda el contacto físico, así como una forma especial de cortejarse: el baile.
“Cada mañana, los hipocampos macho y hembra se reúnen repetidas veces para bailar, y así refuerzan sus lazos de pareja”, comentó Amanda Vincent, bióloga marina de la Universidad de Columbia Británica.
Siendo así que, los caballitos de mar se acoplan en un baile especial, mientras tienen sus colas enlazadas y cambian la tonalidad de sus colores, conquistándose durante un largo tiempo, a veces hasta por 8 horas.
De acuerdo con los científicos, este romántico proceso es la preparación para el ritual del apareamiento y en ocasiones finaliza cuando la hembra deposita sus óvulos en la bolsa del macho, en donde él libera su esperma para fecundarlos, desarrollándose ahí durante 10 a 25 días, dependiendo de la especie, hasta que llega el momento en que los “da a luz”.
Al poco tiempo de que el macho ha parido a sus crías, las cuales al nacer ya son independientes, la hembra se encuentra lista para entregar más huevos; de forma que, la pareja comienza nuevamente el ritual de danza y apareamiento.
Con información de Paulina García M.
