Dice una frase que: “la tecnología acerca a los que están lejos y aleja a los que están cerca”, esto es muy cierto, ya que, actualmente los dispositivos electrónicos han invadido nuestro día a día y las redes sociales se han vuelto parte importante de nuestra rutina, alejándonos en muchas ocasiones de lo que ocurre a nuestro alrededor.
A pesar de los múltiples beneficios que ha tenido en nuestra vida la tecnología, también ha traído consigo ciertas complicaciones. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Montreal, utilizar las redes sociales excesivamente y ver la televisión durante mucho tiempo, puede aumentar el riesgo de tristeza y aislamiento, debido a que, tendemos a compararnos con la vida perfecta que los demás muestran en redes sociales.
Todos los días somos bombardeados por fotografías de personas con un físico ideal, con imágenes de cosas materiales adquiridas por otros y por la información de la vida idealizada de los demás; de forma que, de acuerdo con la doctora Hamlet del Instituto de Mente Infantil, lo anterior provoca que se vea afectada la confianza en uno mismo y la autoestima.
Así mismo, la comunicación que se realizan en plataformas digitales únicamente, tiende a ser insatisfactoria y nos alejan de las personas que nos rodean, propiciando un aislamiento social. De igual manera, según el psicólogo clínico Jerry Bubrick, muchas personas dan prioridad a la interacción tras las pantallas, dejando menos tiempo a la interacción en el mundo real, lo cual, en algún momento deja de ser grato y provoca una sensación de soledad.
De forma que, quienes pasan más horas en el mundo virtual, presentan más probabilidades de aislamiento. Así que, aunque nos guste estar en las redes sociales, es necesario que no por ello dejemos de interactuar en la vida real y disfrutemos de la compañía de quienes rodean.
Por Paulina García M.
