Cada 26 de abril es un recordatorio importante de la necesidad de construir una sociedad que respete los derechos humanos de todas y cada una de las personas, sin importar su orientación sexual.
En el caso de las mujeres lesbianas, es doble la discriminación que sufren: por un lado es por su género, y por otro el estigma social por su orientación sexual. Es fundamental reconocer y abordar estas formas de discriminación para crear entornos más justos y equitativos. Honrando, reconociendo y respetando a todas las personas sin importar su sexualidad.
Todos tenemos el mismo derecho a vivir libres de violencia, persecución, discriminación y estigmatización. Las leyes internacionales de derechos humanos establecen claramente las obligaciones de los Estados para garantizar estos derechos para todas las personas, sin excepción.
Es crucial entender que los derechos humanos son universales y no pueden ser ignorados en nombre de prácticas culturales, religiosas, morales o actitudes sociales. Debemos trabajar juntos para asegurar que todas las personas sean tratadas con dignidad y respeto.
