Por Ximena Delgado
Cuando pensamos en una ardilla, la mayoría de nosotros de seguro se imagina a ese ser peludo que de cabeza a cola mide alrededor de unos veintitantos centímetros. Si bien, la mayoría de estos roedores alcanzan ese tamaño en su etapa adulta, no todos “siguen” la regla, pues hay una ardilla en la India que además de tener un pelaje espectacular lleno de colores, llega a medir hasta ¡un metro de largo! O quizá un poco más. ¿Puedes imaginarlo? Se trata de la ardilla gigante india, la ardilla malabar o también conocida como ratufa indica. Habita en la región peninsular de la India (en Maharashtra), en los bosques tropicales húmedos. Llega a pesar 2 kilos y se alimenta de flores, nueces, corteza, insectos y huevos de pájaros, es decir, es omnívora.
Lo más característico de este “ardillón” es su cola, ya que puede medir cerca de 65 cm, mientras que su cuerpo tiene una longitud de entre 30 y 35. Esta le sirve para aferrarse a los árboles y moverse de manera precisa por las alturas, entre las ramas. Otra de las características excepcionales de este animal es su pelaje, ya que se juntan en su cuerpo el rojo, el negro azulado, el burdeos (una especie de púrpura o rosáceo), el beige, el amarillo y el naranja. Además, sus grandes patas le sirven para desplazarse y brincar hasta 6 metros para andar de copa en copa, pues rara vez las abandonan.
Por desgracia, como muchos otros de los animales fabulosos que te presentamos, se encuentra en peligro de extinción, esto desde la década de los 80, debido a la deforestación de su hábitat. El santuario encargado de la conservación se esta especie se llama Bhimashankar Wildlife Sanctuary, y aunque el número de especímenes ha aumentado en los últimos años, no ha sido suficiente como para sacarla de la lista de especies en peligro de extinción.
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