Los perros no hablan, pero saben cómo escuchar.
Orhan Pamuk
Blanca tiene cuatro perros y hace unos día le regalaron una cachorra de un mes de edad a la que ya bautizó con el nombre de Princesa.
Todos los perros están en armonía y es impresionante el amor que se profesan, han migrado junto con la banda desde que estaban en la calle de artículo 123.
En el terreno psicológico, los expertos explican que ese vínculo entre perros y humanos se conoce como «efecto de base segura». Este efecto también está presente en la relación entre padres e hijos (as): los y las niñas humanas usan a su madre y a su padre como una base segura cuando se trata de interactuar con el ambiente.
Recordemos que las personas que están en calle tienen fracturas emocionales y psicológicas desde origen con papá o/y mamá, ya sea por la ausencia o por la violencia que ejercieron éstos sobre sus hijos e hijas.
Por otro lado también hay una razón química entre ésta estrecha relación. En un artículo publicado por la Universidad Azabu (Japón), en el departamento de Ciencia Animal de Biotecnología, el científico Sinc Takefumi Kikusui concluyó que los humanos y perros refuerzan sus vínculos biológicos en un circuito neuronal impulsado por la oxitocina, de la misma forma que se construye entre individuos de la misma familia. Y la forma de crear y reforzar este vínculo es sencilla y directa: una simple mirada recíproca
Una vez más los animales y en éste caso los perros nos dan lecciones de vida, hacer visible con amor lo invisible.