Pese a que el municipio de Acapulco se encuentra todavía en semáforo naranja por la pandemia de COVID-19, desde la reapertura del puerto los turistas han abarrotado las playas e ignorado las medidas de prevención y sana distancia.
Las playas de Acapulco fueron abiertas el pasado 4 de julio con el programa “Acapulco: Paraíso Seguro” que implementó la alcaldesa Adela Román Ocampo para garantizar la seguridad sanitaria de los habitantes y turistas durante su reapertura.
“Es un esfuerzo (…) para evitar que el nivel de contagio siga aumentando y con ello impedir que regresemos al semáforo rojo y se vuelvan a cerrar playas y actividades turísticas y se vuelva a cancelar la economía que tanto daño nos ha causado”, expresó en conferencia de prensa la alcaldesa.
Como medidas preventivas, el programa puso en marcha filtros sanitarios para que los visitantes puedan tener acceso a las playas y un equipo de ‘vigilancia sanitaria’ que verifiquen se cumplan los protocolos de prevención. El uso de cubrebocas y gel antibacterial es obligatorio y la ocupación máxima en las playas es del 30% con un horario de 7:00 a 19:00 horas.
Aún cuando Acapulco ha sido el municipio más afectado del estado de Guerrero, con el 57% de casos y el 53% de defunciones, se reportó que los turistas ignoran estas medidas obligatorias para evitar que continúe la propagación del virus.
Con información de Magaly Montoya.
