Por Paulina García M.
Si eres de las personas que tienen que posponer su alarma en más de una ocasión para finalmente decidirse a salir de la cama, debes de saber que es una situación que se puede remediar. Algunos tips para ello son:
Sigue un horario de sueño: Es importante establecer hábitos para que nuestro cuerpo se acostumbre a seguirlos, por lo que es recomendable tener un mismo horario para irnos a la cama y levantarnos, así como no cenar pesado durante la noche anterior y procurar no beber tanto café.
Levántate cuando suene la alarma: Esta es una de las partes más difíciles, porque en ocasiones tal vez optes por “5 minutos más” de sueño; sin embargo, esta no es una buena estrategia, pues cada vez que vuelves a despertar te sientes más cansado, por esto es aconsejable poner la alarma lejos de tu alcance y pararse inmediatamente.
Hacer ejercicios al despertar: Después de haber pasado varias horas en la cama, es necesario que estiremos los músculos de nuestro cuerpo, para ello podemos realizar ejercicios sencillos como flexiones o bicicletas.
Despierta con música: No hay mejor manera para amanecer que escuchando tu música favorita, para ello, puedes poner alguna canción en tu despertador o bien, oírla una vez que ya te encuentres en pie.
Ducharse en la mañana: Aunque muchos suelen preferir un baño nocturno, la ducha matutina puede ayudarte a activar tu sistema nervioso, así como reanimarte y hacer que te sientas con más energía a lo largo del día.
Hidratarse y desayunar adecuadamente: Es importante consumir agua durante la mañana para rehidratarte y ayudar a tu tracto digestivo. De igual manera, es fundamental consumir un desayuno saludable después de las horas de sueño.
Respirar profundamente: Es muy común que al despertar te estreses pensando en todos los pendientes que tienes que hacer a lo largo del día, por ello es importante tomarte unos minutos para respirar profundamente y calmar tu mente.