La senadora Verónica Delgadillo, integrante del partido Movimiento Ciudadano, denunció ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia, por los daños causados en 52% del sitio arqueológico denominado Ensenada El Gallo (J66 El Gallo II-3) a manos de la asociación civil Grupo Ecología y Conservación de Islas, es decir…estos ecologistas se chingaron restos arqueológicos y dañaron el ecosistema que supuestamente debían proteger. Y al parecer este grupo ya lleva rato madreando reservas naturales con basura, introducción de especies ajena a la ecología del lugar (cono en este caso CABRAS), produciendo chingo de basura, etc y en este caso también se pasaron por el arco del triunfo la zona arqueológica . Si se pregunta usted qué diablos les siguen dando permiso de asentarse en estos lugares, la respuesta es sencilla. Esta asociación ha sido contratada por las autoridades federales para realizar la extracción de fauna nociva de la Isla Espíritu Santo Y de otros muchos lugares. Habrá que averiguar si no tienen relación alguna con politiquillos de altos mandos o medios, porque hasta premios les han dado. Hágame el favor.Y claro otros no se atreven a públicamente porque esa pequeña mafia ya me los tiene hasta amenazados. Mis fuentes han preferido guardar anonimato pero, por ejemplo
Animal Político ya publicó el pasado 8 de octubre, el “Dictamen de daños en monumentos arqueológicos y cuantificación de los mismos”, elaborado por el INAH en octubre de 2016, dinde se establece que dicha asociación civil instaló un campamento no autorizado sobre el sitio arqueológico, así como un corral para fauna nociva capturada, para lo cual realizaron “remoción de sedimento y materiales arqueológicos”, con el objeto de nivelar sus casas de campaña y su corral, así como para crear veredas por donde transitar. Nomás les faltó echar un segundo piso y construir el nuevo aeropuerto!!!Y dice el reportaje “este sitio arqueológico, de más de siete mil metros cuadrados de extensión, fue un punto de actividad humana entre los años 3000 ac, y 1700 dc, por lo que en toda su superficie, y en el subsuelo, permanecían vestigios como antiguos fogones, piedras labradas, y acumulaciones de conchas extraídas del mar por los antiguos habitantes de la Isla Espíritu Santo, hoy considerada área natural protegida (por las autoridades mexicanas) y patrimonio natural de la humanidad (por la ONU).”Al remover los vestigios que ahí se hallaban, el Grupo Ecología y Conservación de Islas AC no sólo dañó cada artefacto, sino que, además, destruyó el contexto en el cual estaban dispuestos dichos vestigios, perdiéndose para siempre la información que de dicho contexto podía extraerse”.
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