La VIII edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México concluyó este domingo 21 de agosto en el Zócalo capitalino y logró reunir a un millón 300 mil visitantes, quienes disfrutaron del sabor, la palabra y el quehacer de las comunidades indígenas residentes en la capital, así como de la riqueza cultural del invitado internacional: el pueblo afrovenezolano Wayúu y Warao.
«A lo largo de estos 17 días, en esta plaza símbolo de la identidad de todos los mexicanos, los más de mil 200 expositores, que nos conectaron con nuestras tradiciones con una amplia oferta cultural, gastronómica, artesanal, de talleres, danza, música y saberes que nos permitieron convivir después de la pandemia», externó durante la clausura del encuentro Dunia Ludlow Deloyala, subsecretaria de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública de la Secretaría de Gobierno.
En compañía de las comunidades indígenas participantes, Ludlow Deloyala agradeció la participación de todos los expositores que también tuvieron como sede alterna la Plaza Manuel Tolsá.
Daniela Serrano, integrante de la comunidad náhuatl, y Abraham Girón, de origen tzeltal, agradecieron a las instituciones convocantes: las Secretarías de Cultura; y de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, por la visibilización de la riqueza cultural de las comunidades indígenas residentes en la capital.
«Hoy llegamos al término de esta octava fiesta, hermanas y hermanos. Fue un gusto estar con ustedes, platicar, convivir, escuchar su música, su arte, su poesía y su forma de externar y dar a conocer la palabra que tenemos los pueblos indígenas Los esperamos el próximo año y celebramos que este espacio nos ha servido para reencontrarnos con nuestros hermanos afros mexicanos», compartió Serrano.
El último día de jornada cultural contó con la representación de una de las fiestas más emblemática del país: la Guelaguetza, que brindó a los asistentes una probadita de los bailes y cantos oaxaqueños y a la cual se sumó la música del viento del sur con la participación de la Banda Donají. Además, el cierre musical corrió a cargo de la Banda Mixanteña de Santa Cecilia y Maíz Azul.
El Zócalo capitalino recibió la riqueza artística de las comunidades indígenas con la representatividad de más de 100 artistas, como la soprano mixe María Reyna, la Banda de Viento de San Luis Huentli, el Grupo de danza de la tercera edad “Nicte-ha” y la Banda Monumental Oaxaqueña, integrada por más de 250 músicos, así como la música con instrumentos prehispánicos a cargo de Yodoquinsi.
Personas provenientes de todas las alcaldías, y distintas latitudes del país y el mundo se dieron cita en el corazón de la ciudad para conocer la diversidad cultural indígena que habita la capital. A lo largo de 17 días los visitantes deleitaron sabores ancestrales con una amplia variedad de platillos desde tlayudas, cemitas, pozole, tacos de cecina y tamales triquis, hasta el refrescante sabor de bebidas como el tascalate, tejate y pozol, entre aguas de todas las frutas.
Los colores de las artesanías y textiles pintaron la Plaza de la Constitución con la tonalidad de la diversidad cultural donde el público pudo acceder al brillo de la orfebrería michoacana en cobre, la bisutería en plata de Taxco, Guerrero; los tenangos de Hidalgo, la tradicional muñeca Lele, emblema del estado de Querétaro; la cestería de palma, mochilas y rebozos oaxaqueños; carteras, bolsos y cinturones, así como libretas de encuadernación artesanal, llaveros, tazas y un sinfín de artículos diversos.
El olor a copal y las sahumaciones fueron parte de la amplia oferta de medicina tradicional indígena que reunió en el encuentro a curanderos, masajistas y quiroprácticos, entre otros expertos y practicantes de diversas alternativas medicinales y espirituales a las que los visitantes se acercaron con la esperanza de recurrir a los conocimientos ancestrales para sanar o prosperar.
Asimismo, este conocimiento tradicional ofreció en el Círculo de Saberes talleres, conferencias, y presentaciones editoriales que acercaron al público a la historia y elaboración de la muñeca Lele, el bordado en lana, la gráfica zapoteca, el arte plumario, la elaboración de pigmentos ancestrales, la danza prehispánica y el telar mixteco, así como a la historia de Mixquic, las formas de organización de las comunidades indígenas, las políticas lingüísticas y el arte en los pueblos originarios, entre otras temáticas.
La VIII edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México fue organizada por el Gobierno capitalino, a través de las Secretarías de Cultura; y de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, la cual se desarrolló del 5 al 21 de agosto en el Zócalo.
Las actividades de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México se pueden conocer en su página oficial (https://cultura.cdmx.gob.mx/), en la Cartelera Cultural de la Ciudad de México y a través de sus redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.