El 7 de julio se celebra el Día Internacional de la Conservación del Suelo en memoria del Dr. Hugh Hammond Bennet, científico estadounidense que dedicó su carrera a investigar el efecto de la calidad de la tierra sobre su capacidad productiva, de la cual depende en gran parte la biosfera.
Esta conmemoración tiene como objetivo hacer relucir los beneficios del suelo y la importancia de gestionarlo de manera inteligente, ya que su descuido perjudica a la biodiversidad y a nuestra seguridad alimentaria.
Los suelos son una de las principales reservas mundiales de biodiversidad, ya que albergan más del 25 % de la diversidad biológica del planeta. Asimismo, más del 40 % de los organismos vivos en los ecosistemas terrestres están asociados a los suelos durante su ciclo biológico.
No se trata de un recurso infinito y todavía se desconoce lo vital de su preservación. De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado en 2020, el protagonismo de la tierra ha sido subestimado, de tal suerte que acciones como la contaminación, la deforestación, la urbanización, el uso excesivo e indebido de productos químicos agrícolas han propiciado el cambio climático, el deterioro de la calidad de los alimentos y la desaparición de especies vegetales, animales y microorganismos, estos últimos vitales para prevenir enfermedades inflamatorias, autoinmunes, la alergia y el asma.
En el caso de nuestro país, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reportó el 17 de junio de 2017 que las actividades humanas son las principales causas de la degradación de la tierra, esto ha causado que la mitad de los suelos en México presentan un serio deterioro.
También es importante mencionar que al día de hoy las políticas y reglamentos han sido insuficientes para una toma de conciencia, así como el desarrollo de tecnologías innovadoras que permitan solucionar la práctica sostenible del suelo por parte de los agricultores.
Sin un suelo sano se pierde la biodiversidad, perdemos seres microscópicos que son necesarios para que los alimentos que consumimos posean los componentes necesarios para nutrirnos, para aumentar nuestras defensas y con ello fortalecer nuestra salud física y mental. El esfuerzo debe ser conjunto entre la ciudadanía, el gobierno, las empresas y otras instituciones.
Sin embargo, existen organizaciones que están tomando acción al respecto. Tal es el caso de ECOFILTER y WORLD CLEANUP DAY, que han sumado esfuerzos para generar el movimiento PARA BIEN O PARA MAL, el cual consiste en recolectar, reciclar y dar un segundo uso a las colillas de cigarro, además de distintas acciones de limpieza de playas y ciudades.
Una sola colilla de cigarro puede contaminar hasta 50 litros de agua, y sus sustancias tóxicas quedan en el ambiente hasta 15 años, afectando los suelos. Asimismo, no son biodegradables y son el primer tipo de basura a nivel mundial. Por eso, dos de los objetivos de PARA BIEN O PARA MAL son:
1- Educar y concienciar a las personas sobre el daño ambiental de las colillas.
2- Llevar a cabo acciones de concienciación a manera de «colillatones», además de llevarlas a reciclar a una planta especial ubicada en Jalisco.
Esa planta de reciclaje crea artículos de uso común como libretas, macetas y lápices.
De enero a mayo de este año PARA BIEN O PARA MAL ha realizado 83 colillatones en 20 estados del país, obteniendo una respuesta muy favorable por gran parte de la población de los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Chihuahua, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morels, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Sonora, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
Con la ayuda de 762 voluntarios se recogieron 1,812 kg totales, provenientes de 4,351,400 colillas de cigarrillos, lo que ha hecho posible evitar la contaminación de 142,509,600 litros de agua dulce y 37,052,496 litros de agua salada, contribuyendo al cuidado de hectáreas de suelo que de otro modo se habría visto afectado.
Además, la recolección de colillas irá acompañada de un programa de reforestación: por cada mil colillas recolectadas se plantará un árbol, proyectando la siembra de miles de árboles en México.
Sin duda, esta iniciativa resulta sumamente positiva porque no sólo sirve para cuidar el entorno en el que vivimos sino también nos refuerza como comunidad.
Pasa la voz, recolecta colillas y contribuye al cuidado de nuestrosos suelos. Ayuda al planeta y sé parte del cambio. ¡Únete ya!
