El hagstaj de la tarde sin embargo, se lo llevó la PGJ CDMX quienes ante el clamor generalizado por el feminicidio de una chica, cuyo cuerpo ultrajado fue simplemente desechado en un jardín de la UNAM, procedieron como acostumbran desde siempre: revictimizaron a la víctima. Es decir, en lugar de hacer su trabajo y buscar al culpable y sus motivos para quitarle la vida a la muchacha, se dedicaron a hurgar en la vida privada de la jovencita pero no para ejercer una justicia científica, si no para buscar motivos suficientes que le hicieran el merecedora de semejante destino.
El informe, en varios tweets,decía: «…el día de los hechos la pareja se reunió con varios amigos en C.U. El novio, con quien la víctima vivía, informó que él trabajaba en el área de Intendencia de la Preparatoria #6. Su madre y su novio aseguraron que ella ya no estudiaba desde el 2014, que dejó sus clases en el CCH Sur, donde debía materias…»Y así sigue persecutoria seculorum. Que saca una en conclusión que seguramente la muchacha «se lo merecía» por meterse alcohol, drogas y tronar materias. Del asesino y el móvil del Feminicidio nada.
Esta práctica es también muy utilizadas sobre todo cuando se encuentra periodistas asesinados. Se les trata de encontrar cualquier detalle en sus vidas personales: «que si se divorciaron, que si era pleito pasional, que si se les vió cerca del auto que alquiló alguna vez el primo del hermano del socio del Chapo». Además el protocolo de Feminicidio prohíbe revelar datos personales de la víctima. Ahora seguramente correrán a uno o dos personajes o los inhabilitarán por unas cuantas semanas y asunto olvidado. Por lo pronto se están citando defensoras de los derechos de las mujeres en la UNAM todo este día y se dice que hasta bajará del Olimpo y recorrerá la zona de la tragedia el «mismísimo Rector». Perdón, pero Rectoría de la UNAM tendría que haber sido la primera en quejarse ante la actitud machista de la PGJ.