Por Magaly Montoya
Desde el viernes 4 de septiembre, colectivas feministas y familias de víctimas de feminicidio y desaparición forzada, tomaron las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) como protesta ante la indiferencia de las instituciones, organismos y autoridades federales y locales sobre el incremento de casos de violencia de género en México.
Un grupo de familiares de víctimas de feminicidio y desaparición forzada, ya se encontraba instalado en un plantón fuera de las instalaciones de la CNDH exigiendo respuesta y seguimiento a sus casos, ya que denunciaron que nunca fueron atendidos por el extitular de la Primera Visitaduría General de la CNDH, José Martínez Cruz, pese a las insistencias.
El miércoles 2 de septiembre, los familiares de las víctimas se reunieron con la titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra. Al finalizar la reunión, Marcela Alemán, madre de una menor de edad víctima de violación en 2017 en San Luis Potosí, se negó a abandonar la sede y junto a otra madre, se amarró a una de las sillas dentro de las instalaciones exigiendo justicia por la violación de su hija.
Al día siguiente, se unieron a ellas activistas y colectivas feministas como el Frente Nacional Ni una Menos México y Bloque Negro para tomar la instalaciones de la CNDH, demandando a la comisión y a las instancias correspondientes de los gobiernos federal y estatales que los casos de las víctimas de violencia de género sean atendidos.
Además, exigieron la reasignación del presupuesto para la Alerta de Violencia de Género, la apertura de unidades especializadas en violencia de género y violencia feminicida, el reconocimiento público de la gravedad de la situación por parte de las autoridades y la renuncia de Rosario Piedra Ibarra como titular de la CNDH.
Familiares y colectivas declararon que no devolverán la sede, a la cual renombraron ‘Okupa, Casa de Refugio Ni Una Menos México’, la cual será utilizada para albergar a víctimas y familiares de violencia de género.
“Se trata de una toma definitiva, no lo vamos a entregar (…) Aquí van a vivir madres de víctimas que tienen niños huérfanos [de padre] y que no tiene dónde vivir; ésta será su casa”, dijo Yesenia Zamudio, madre y activista de una mujer asesinada en 2016.
En redes sociales, el Frente Nacional Ni una Menos México está solicitando el apoyo por medio de donaciones en especie para las familias de las víctimas.
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