Un menor residente de España, se divertía jugando con una piedra cuando de pronto, rompió el cristal de un automóvil. Sin embargo, no huyó, como muchos supondrían.
El pequeño dejó una nota disculpándose por lo ocurrido y anotó el contacto de sus padres para que cubrieran el costo del desperfecto.
«He roto sin querer su cristal. Soy Alejandro. Disculpe. El teléfono de mis padres es…»
El hecho fue compartido en redes sociales y quien lo publicó, mencionó que no solo hay vandalismo, también hay buenas acciones a los accidentes.
Descubre más desde Fernanda Tapia
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.