Por Andrea Yarith.
Después de año y medio, se dio a conocer el caso de Brenda, una mujer privada de su libertad que fue detenida en cumplimiento de una orden de aprehensión y fue remitida a la Cárcel Distrital de Calera, un reclusorio varonil, en el que permaneció cerca de un mes, un hecho que permitió que la mujer fuera violada en varias ocasiones por un guardia de seguridad que hasta el momento se encuentra prófugo.
Luego de que este caso saliera a la luz, el secretario de Seguridad de Zacatecas, Ismael Camberos, informó que el director del sistema penitenciario del estado fue cesado, así como también el director general de prevención, Adán Jiménez Solano.
“En esas fechas teníamos a una mujer en Villanueva, una en Jerez y 11 en Fresnillo; la Fiscalía General del Estado también interna a mujeres en esas prisiones”, afirmó Ismael Camberos, no obstante, después dijo que la cárcel de la Caldera no es varonil, sino un “establecimiento distrital donde se admiten mujeres”.
Dicho esto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió su postura por el caso de Brenda y desmintió que la cárcel Distrital de Caldera sea mixta, la realidad es que es un penal varonil.
“La Cárcel Distrital de Calera no es considerada mixta, sino varonil, por lo que es inaceptable que se haya determinado, de manera irregular, el ingreso de una persona del sexo femenino, habiendo en la entidad federativa un centro penitenciario ex profeso para mujeres”, puntualizó en un comunicado.
Durante una entrevista, el secretario de Seguridad Pública de Zacatecas confirmó que Brenda si fue violada por un custodio del penal, sin embargo, asegura que “no falló el sistema, falló la persona”. También señala que lo sucedido no fue una violación sexual, sino una violación “equiparada” ”pues la “penetración fue con los dedos”.
Brenda fue encontrada culpable por el delito de secuestro, no obstante, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) asegura que no es justificación para abusar de su integridad física y mental.
