Por Mariana Roja
Luego de que el gobierno chino tomara la decisión en 2017 de cerrar sus fronteras para la importación de residuos no industriales, comienza a complicarse la situación para los países que se están encargando del reciclaje que China rechazó, ya que de acuerdo a expertos, no se encuentran lo suficientemente equipados para procesar tanta basura.
De acuerdo a un estudio realizado por investigadores universitarios estadounidenses, China había sido durante años el basurero mundial de plástico, recibiendo millones de toneladas de innumerables contenedores plásticos desde 1980 para su reciclaje.
El riesgo de que dichos residuos pudieran llegar a México es porque aparentemente la industria global del reciclaje de plástico busca nuevos mercados, y México no ha firmado la enmienda del Convenio de Basilea, que tiene el objetivo de regular estrictamente el movimiento fronterizo de desechos peligrosos que son producidos mundialmente cada año y así tratar de proteger la salud humana y el medio ambiente.
Dadas las circunstancias, Miguel Rivas, líder del proyecto “Océanos sin Plásticos”, Greenpeace México dijo que están realizando una campaña para que las marcas de productos de consumo más importantes reduzcan la utilización de plásticos.
De igual manera hacen un llamado para que México se sume a las 97 naciones que ya han firmado la enmienda del Convenio de Basilea, para poder disminuir los residuos, así como para detener el ingreso masivo de plásticos no reciclables, mixtos y contaminados, los cuales provienen principalmente de Estados Unidos.