CIUDAD DE MÉXICO, 13 de febrero de 2024.- En un mundo donde las fronteras definen la soberanía y la identidad de las naciones, algunos países se destacan por la cantidad de límites internacionales que poseen. Estas fronteras, más que barreras, son puntos de encuentro que reflejan la complejidad de las relaciones internacionales y la rica diversidad cultural. En este reportaje, exploramos los países con más fronteras, destacando cómo estos espacios geográficos son esenciales para entender la geopolítica y la diplomacia global.
China: El gigante de las fronteras múltiples
China, el país más poblado del mundo, se sitúa en la cima con 16 fronteras que incluyen a naciones como India, Rusia y Vietnam, así como las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao.
Estos límites no solo demuestran la extensión del territorio chino sino también su relevancia estratégica en Asia y el mundo.
Rusia: La extensa red de límites euroasiáticos
Rusia, el país más grande del planeta, cuenta con 14 fronteras terrestres que se extienden a lo largo de Europa y Asia, conectando con estados como Noruega, China y Ucrania.
Su vasta red de fronteras refleja su influencia geopolítica y su papel como puente entre dos continentes.
Francia: La influencia europea y ultramarina
A pesar de su tamaño comparativamente menor, Francia sorprende con 11 fronteras, algunas de las cuales se extienden a territorios de ultramar, conectándola con países como Brasil y Surinam.
Este hecho subraya la presencia global de Francia y su legado histórico como potencia colonial.
Brasil y la República Democrática del Congo: Puntos centrales en sus continentes
Brasil, con 10 fronteras, abarca gran parte de Sudamérica, compartiendo límites con casi todos sus vecinos continentales.
La República Democrática del Congo, con 9 fronteras, se erige como un núcleo de conexión en el corazón de África.
Alemania: Un nexo de culturas en europa
Alemania, con 9 fronteras, se encuentra en el corazón de Europa, rodeada por países como Austria, Francia y Polonia.
Su posición central facilita el intercambio cultural y económico, reforzando su papel como uno de los motores de la Unión Europea.