* Margarita Gralia, Roberto Blandón, Raquel Garza y Beatriz Moreno al frente del elenco; Enrique Singer dirige esta puesta en escena ganadora del Premio Tony a la mejor obra
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de julio de 2022.- En referencia a una famosa frase de la obra La gaviota, de Anton Chejov, Sonia –solterona, siempre deprimida y amargada– le dice a su hermano Vania que ella no es una gaviota, ¡sino un guajolote salvaje! Porque, le explica, se cae de la cama mientras duerme, como los guajolotes se caen de su nido.
Esta es una de las razones del título de esta obra que al mismo tiempo es parodia, farsa y homenaje al teatro del dramaturgo ruso, que fue inspiración para que Christopher Durang escribiera la multipremiada obra Vania y Sonia y Masha y Spike, ahora rebautizada como Los guajolotes salvajes, gracias a la atinadísima traducción y adaptación de María Renée Prudencio.
Ganadora de una veintena de premios, entre ellos el Tony a mejor obra del año, Los guajolotes salvajes es un hilarante divertimento que por primera vez se presentará en castellano, y contará con un elenco súper estelar integrado por Margarita Gralia, Roberto Blandón, Raquel Garza, Beatriz Moreno, Sergio Lozano, y Alexa Martín, bajo la dirección de Enrique Singer.
Si bien Los guajolotes salvajes alude a los famosos personajes del autor de El jardín de los cerezos, no es necesario conocer a Chejov para apreciar la obra, no requiere de ningún conocimiento previo, pues tanto la trama como las situaciones son enteramente independientes del universo chejoviano.
Definido por la crítica como “un texto incisivo, picante, inteligente, divertidísimo…”, Los guajolotes salvajes tiene además de las de Chejov, otras múltiples referencias, como al teatro griego, a Shakespeare, al mundo televisivo, cinematográfico y teatral; a las revistas de chismes de espectáculos, al glamur de las alfombras rojas y, por supuesto, a esa hoguera de vanidades que es la farándula.
Los guajolotes salvajes gira en torno a la vida Vania, Sonia y Masha (tres hermanos bautizados así en honor de los personajes de Chejov, por unos progenitores que amaban el teatro). Los dos primeros viven en Cholula, donde permanecieron al cuidado de sus padres hasta que fallecieron, y de la casa familiar que es sostenida económicamente por Masha, una refulgente estrella televisiva.
Un buen día, Masha aparece en Cholula acompañada por su nuevo galán, una prometedora estrella juvenil, con vocación de stripper, por lo que se desnuda a la menor provocación. ¡Y las cosas empezarán a cambiar!
Completan el cuadro Casandra, la sirvienta de la casa, quien no sólo comparte el nombre con el personaje griego, sino también sus dotes proféticas; y Nina, una aspirante a actriz y ferviente admiradora de Masha.
Estos son algunos de los singulares ingredientes que conforman esta historia, que hace, además, una aguda, descarnada y muy divertida critica al mundo del espectáculo, de los egos de las estrellas, de los “favores” que hay que conceder para alcanzar la cumbre, del exceso o la falta de talento, y así hasta el infinito… y más allá.
Los guajolotes salvajes, una producción de MejorTeatro, Morris Gilbert y Claudio Carrera, se estrenará el 1 de septiembre en el teatro del Centro Cultural San Ángel.
Sobre la obra
Vania y Sonia y Masha y Spike se estrenó en Nueva Jersey en 2012, y de manera casi inmediata saltó a una producción off-Broadway ese mismo año. Pocos meses después llegó a Broadway con los mejores augurios y un elenco multiestelar que incluía a la estrella cinematográfica Sigourney Weaver, el prestigiado actor televisivo y teatral David Hyde Pierce, así como a otras sólidas figuras como Kristine Nielsen y Billy Magnussen.
El éxito entre el público y la crítica fue absoluto, tan es así que el montaje recuperó su inversión en menos de cuatro meses y prolongó su temporada en dos ocasiones; además, recibió seis nominaciones al premio Tony, y obtuvo el de mejor obra del año.
Asimismo, ganó el premio Drama Desk a obra destacada y el premio del Círculo de Críticos de Nueva York.
Las producciones off-Broadway y Original Broadway fueron reconocidas conjuntamente con nominaciones a los Premios Drama League a la Producción Sobresaliente de una Obra de Broadway o Off-Broadway y con nominaciones a los Premios por Interpretación Distinguida tanto para Nielsen como para Pierce; la obra ganó por Producción Destacada de una Obra de Broadway o Off-Broadway.
La producción recibió cuatro nominaciones a los premios Outer Critics Circle Award : Mejor nueva obra de Broadway, Mejor director de una obra, Mejor actor en una obra y Mejor actriz destacada en una obra, y ganó el premio a la Mejor Nueva Obra de Broadway y a la Mejor Actriz Destacada en una Obra.
La producción ganó el premio off-Broadway Alliance Award de 2013 a la mejor obra nueva; y recibió un premio Artios de The Casting Society of America por logros sobresalientes en casting, New York Broadway Theatre – Comedy.
Luego de este triunfo absoluto, la obra ha tenido montajes en materialmente cada uno de los estados de Norteamérica, desde Alaska hasta Arizona; y ha comenzado su andar por el mundo. En Canadá tuvo una muy exitosa temporada, montada en francés; y en el Reino Unido su triunfo ha sido absoluto.
Sobre el autor
Christopher Ferdinand Durang es un dramaturgo estadounidense conocido por sus obras de comedia escandalosa y, a menudo, absurda. Su trabajo fue especialmente popular en la década de 1980, aunque su carrera pareció tomar un segundo impulso a fines de la década de 1990.
Durang tiene una licenciatura en Inglés de la Universidad de Harvard y una maestría en Bellas Artes en dramaturgia de la Escuela de Drama de Yale; asimismo, fue codirector del Programa de Dramaturgos Estadounidenses Lila Acheson Wallace en Juilliard .
Su trabajo a menudo trata de manera crítica temas de abuso infantil , dogma católico romano , cultura y homosexualidad. Según los expertos, los temas clave de las obras de Durang son cinco: 1) narcisismo; 2) miedo o compromiso con un mundo lleno de peligros; 3) el carácter estrangulador de los lazos familiares; 4) la desorientación sexual y la fragilidad de la identidad individual; y 5) el poder abusivo de las figuras de autoridad.
Si bien el uso de la parodia por parte de Durang y su crítica de muchas instituciones sociales pueden parecer demasiado ácidas, fuertes y contundentes, él mismo explica que “… cuando digo que todos están locos eso significa que es un día muy malo donde la cantidad de locos en el mundo se ha extendido a todo el universo y no parece posible hacer frente a nada. En ese momento creo que las relaciones son ciertamente difíciles. Al pasarlo al teatro, la visión cambia, pues esas líneas en la obra hacen reír. No es tan desesperante como suena”.
Gran parte del estilo de Durang se puede atribuir a la estética de la comedia negra, un estilo de humor que ofrece una visión fatalista de la vida. Durang analiza el estado de ánimo particular que requiere que el espectador se distancie del horrible episodio de sufrimiento y dolor humanos.
Él explica: “Exagero aún más las cosas horribles, y luego las presento de una manera que es divertida, y para aquellos de nosotros que lo encontramos divertido, tiene que ver con una suspensión muy clara de la incredulidad. Es una obra, después de todo, con personajes actuados; nos permite una distancia que no podríamos tener en la realidad. A mí esta distancia me permite encontrar divertidos algunos temas bastante serios”.
Sus obras se han representado en todo Estados Unidos, incluyendo por supuesto Broadway y Off-Broadway .
Junto con Marsha Norman, Durang dirigió el Programa de dramaturgos estadounidenses Lila Acheson Wallace en la Juilliard School de 1984 a 2016.
Durang ha actuado tanto en teatro, como en cine y televisión.
En 2016, a Durang se le diagnosticó afasia progresiva logopénica , que se cree que es causada por una forma de la enfermedad de Alzheimer.
Se retiró gradualmente de la vida pública antes de que su condición fuera anunciada públicamente en 2022.
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