CIUDAD DE MÉXICO, 28 de febrero de 2025.- Catia Lattouf de Arída ha dedicado su vida a rescatar y cuidar colibríes heridos y huérfanos en su pequeño departamento, que ha habilitado como un hospital en la Ciudad de México, para después liberarlos como una forma de expresar su respeto y amor a la vida de estos animalitos.
Se ha dedicado a salvar las vidas de estos animalitos luego de haber superado un cáncer de colon, que no solo la ha llevado a interesarse por los colibríes, sino también por ayudar a las personas que son diagnosticadas con alguna neoplasia.
Su departamento, ubicado en el lujoso barrio de Polanco en la capital mexicana, se ha convertido en una especie de hospital y santuario para estas místicas aves, que tienen un poderoso significado esprirtual en la cultura maya ya que representan la resurrección de las almas.
A este pequeño espacio llegan estas aves, muchas veces moribundas, donde son examinadas, curadas y rehabilitadas por Catia y su asistente, Cecilia, quienes las cuidan hasta que pueden volver a volar por sus propios medios.
Sin embargo, el lugar también es un lugar para aquellas aves que no logran recuperarse, y nunca más pueden volar, por lo que Catia habilitó un espacio donde reciben la atención pertinente hasta que mueren.
Mientras alrededor de ella sobrevuelan una veintena de colibríes, cada uno con su propio nombre, Catia cuenta que empezó a rescatar colibríes justo en medio de su lucha contra el cáncer cuando llegó a ella Gucci, un colibrí bebé que una señora encontró en la calle lastimado y con el que, tras su cuidado, empezó a tener una conexión especial.
Aunque no sabía nada de colibríes, contacto a un amigo veterinario que le fue explicando todo lo que necesitaban estas aves, los medicamentos que debía proporcionarles, la comida que debía darles y en general todos los cuidados.
Poco a poco, cuenta, fue llenándose de información y su fama de rescatista fue de boca en boca hasta que un día un par de jóvenes le llevaron un colibrí para que lo ayudara y, al ver todos los cuidados y experiencia que tenía, hicieron un video que se viralizó en TikTok.
El mes pasado, dice, tuvo en rehabilitación a 50 colibríes, una cifra que antes del video en TikTok no hubiera imaginado tener.
Catia se apoya además de “Terraza Colibrí”, un lugar en el sur de la Ciudad de México a donde llevan a las aves rehabilitadas por ella y las liberan.
Si bien el principal objetivo de Catia es rescatar y rehabilitar a la mayor cantidad de colibríes que le sea posible, para ella el mensaje más crucial es hacerle entender a la gente la importancia de estas aves en el ecosistema.
Actualmente, dice, los colibríes se encuentran en peligro de extinción, pues son privados de su libertad para realizar rituales o simplemente para mantenerlos en cautiverio lo cual es parte de la ignorancia sobre esta especie.
Finalmente, recomienda que si la gente quiere poner un bebedero a los colibríes en sus casas, pueden hacerlo realizando un néctar casero mezclando una parte de azúcar blanca en cuatro de agua, además de siempre tener limpio y en óptimas condiciones el recipiente.
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