* Con este nuevo invento, el mercado de plástico haría un aporte mucho menos contaminante al planeta Tierra.
TOKIO, 21 de diciembre de 2024.- Existe una especie de mentalidad de “ojos que no ven, corazón que no siente” cuando se trata de contaminación plástica.
Sin embargo, lo más sorprendente es que solo alrededor del 9% del plástico del mundo se recicla. El resto termina en vertederos, incineradores o en la naturaleza .
El destino final de una gran cantidad de plástico es el océano. En la actualidad, el equivalente a un camión de basura lleno de plástico contamina nuestros océanos cada minuto.
Si las cosas siguen como están, los científicos estiman que en el año 2050 habrá más trozos de plástico en el océano que peces.
Y si eso es demasiado lejano en el futuro para comprenderlo por completo, existe una manifestación más inmediata del impacto del plástico en nuestros mares.
La contaminación de los plásticos
La Gran Isla de Basura del Pacífico está ubicada en un punto del Pacífico donde convergen las corrientes, uniendo los plásticos para formar una masa tres veces más grande que Francia.
Parece que la producción de plástico no va a disminuir en el corto plazo; de hecho, se espera que se triplique para 2050.
Por lo tanto, necesitamos soluciones para detener este problema; de lo contrario, la biodiversidad marina corre el riesgo de sufrir daños permanentes.
Empresas, inventores e investigadores de todo el mundo se están movilizando para abordar este problema: proyectos como Ocean Cleanup o Seabin tienen como objetivo eliminar el plástico una vez que ya se encuentra en el océano.
Sin embargo, se ha presentado un nuevo invento para abordar el problema del propio plástico: su no biodegradabilidad.
Un invento revolucionario
Un equipo de investigadores japoneses ha logrado un avance significativo en la lucha contra la contaminación por plásticos al desarrollar un nuevo tipo de plástico que se disuelve completamente en el agua de mar.
Este innovador material, creado por científicos del Centro RIKEN para la Ciencia de la Materia Emergente y la Universidad de Tokio, promete abordar uno de los problemas ambientales más acuciantes de nuestro tiempo.
El plástico recientemente desarrollado se basa en la química supramolecular y utiliza monómeros iónicos unidos por enlaces salinos reversibles.
Esta estructura única permite que el plástico mantenga su resistencia durante el uso y, al mismo tiempo, permita una rápida degradación cuando se expone a entornos salinos.
El alcance de este invento
Según el investigador principal, Takuzo Aida: “Con este nuevo material, hemos creado una nueva familia de plásticos que son fuertes, estables, reciclables, pueden cumplir múltiples funciones y, lo que es más importante, no generan microplásticos”.
Las pruebas han demostrado que el plástico comienza a descomponerse en cuestión de horas en el agua del mar y se descompone completamente en el suelo en diez días, liberando nutrientes similares a los fertilizantes que pueden beneficiar la vida de las plantas.
El proceso de fabricación es igualmente innovador: implica mezclar componentes en agua para crear una capa viscosa que contiene elementos estructurales y una capa acuosa rica en iones de sal.
Este paso crítico de “desalinización” garantiza que el material conserve su resistencia y utilidad. Cabe destacar que el 91 % del componente primario utilizado se puede recuperar después de la disolución, lo que lo hace altamente reciclable.
Estos plásticos no se destinan únicamente a usos específicos. El material se puede moldear en diversas formas, como los termoplásticos tradicionales, y presenta una resistencia y versatilidad comparables a las de los plásticos convencionales.
Abordar el problema de los microplásticos
Cuando el plástico se degrada, se descompone en fragmentos más pequeños, conocidos como microplásticos.
Estudios recientes han indicado que los microplásticos son ahora omnipresentes en nuestros océanos e incluso se infiltran en nuestro suministro de alimentos, lo que hace sonar la alarma sobre sus posibles impactos en la salud de los seres humanos.
La urgencia de encontrar alternativas sostenibles nunca ha sido tan evidente. Los plásticos biodegradables actuales a menudo no se degradan de manera efectiva en entornos marinos o dejan residuos nocivos.
El nuevo material de los investigadores japoneses ofrece una solución prometedora al garantizar la disolución completa sin contribuir a la contaminación por microplásticos.
El Tratado Mundial sobre Plásticos
Este nuevo descubrimiento llega en un momento absolutamente crucial, coincidiendo con las inminentes negociaciones para el Tratado Global de Plásticos en noviembre de 2024.
Este tratado representa un esfuerzo internacional significativo para abordar la creciente crisis de contaminación por plásticos, que afecta a los ecosistemas, la vida silvestre y la salud humana en todo el mundo.
Su objetivo es establecer compromisos jurídicamente vinculantes para que los países reduzcan la producción y los desechos plásticos, promuevan alternativas sostenibles y mejoren las iniciativas de reciclaje.
Anne Beathe Tvinnereim es Ministra de Desarrollo Internacional de Noruega y Copresidenta de una coalición de 60 países que aboga por términos de tratado radicales.
“No vamos a lograr un tratado perfecto, pero tenemos que avanzar más y creo que lo haremos. Elijo tener esperanza”, dijo durante las negociaciones en Corea del Sur.
“Con países de coalición con grandes ambiciones, seguiremos demostrando que hay un gran grupo de países que se mantiene fiel a sus ambiciones. El mundo necesita desesperadamente un liderazgo ahora y buenas noticias”.
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