Por Andrea Yarith
Un grupo de individuos se disfrazan de enfermeros y lucran con el dolor humano para mendigar dinero a las personas que se encuentran en espera de sus familiares internados en el interior de un hospital; los supuestos “enfermeros” narran una historia trágica para tocar el corazón de la gente, la cual se conmueve y dan palabras de consuelo, abrazos y por supuesto, dinero.
Esta farsa sucede al exterior del hospital Infantil de México “Federico Gómez”, y fue dado a conocer por Uno TV, quien investigó el caso y evidenció al grupo de farsantes, a través de un reportaje, el cual muestra a una “enfermera” llorando y pidiendo dinero para, supuestamente, comprar medicamentos y llevarlos a hospitales públicos; junto a ella, se encuentra un hombre que dice ser padre de un menor que padece de cáncer, el cual recoge el dinero que donan las personas.
Al final de la gran actuación, el reportero consigue hablar con los farsantes y les realiza una serie de preguntas respecto a la “generosa causa” que realizan estos individuos, a esto, las personas responden muy cortantes, pero sí dan datos interesantes como el tipo de enfermedad que padece un menor, sobre los medicamentos que hacen falta e incluso dan el nombre de la asociación a la que pertenecen; después de dar está valiosa información, los farsantes huyen.
Los “enfermeros” dicen pertenecer a la Asociación Nacional para Discapacitados y Parálisis Cerebral A.C. Sin embargo, al buscar el lugar en internet descubrieron que tienen un número falso y un domicilio que pertenece a unos departamentos deshabitados.
La situación no quedó así, pues el reportero se dio a la tarea de indagar e interrogó a vendedores de la zona y personal de seguridad del Hospital, los cuales revelaron que son estafadores y que todo es mentira.
“Los ‘enfermeros’ vienen tres veces por semana; vienen muchos, son como seis. Vienen 3 en cada grupo” reveló un comerciante.
Un empleado de seguridad del hospital aseguró que el personal no han logrado identificar a este grupo de personas debido a que siempre realizan su acto cuando las autoridades no están presentes.
Las personas que donaron dinero a los estafadores aceptaron dar de 20 a 50 pesos, y lamentan haberles creído y ayudado, pues es despreciable que se aprovechen de estas enfermedades.
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