Alrededor del mundo, muchos animales aún son explotados, uno de estos sitios era el Campamento de Elefantes de Maesa, el cual se ubica en Chiang Mai, exactamente en el norte de Tailandia. Aquí, durante 44 años, los elefantes cargaron gigantescos carruajes de madera y metal en sus espaldas para pasear a los turistas
Sin embargo, dicha situación ha terminado, pues el centro de elefantes ha decidido dejar libre a esta especie dentro del lugar, mismo hecho que se adelantó debido a la ausencia de turistas por la cuarentena.
Es así que, gracias a un grupo de investigación de la industria de animales, llamado Moving Animal, quien dio a conocer el maltrato que sufría esta especie, los 78 elefantes han sido liberados de las cadenas y de los pesados asientos que llevaban a diario, así como de las obligaciones de aprender trucos desde una edad muy temprana, como pintar cuadros o patear pelotas.
De forma que, una vez que termine la contingencia del COVID-19, el lugar cambiará su nombre a Centro de Conservación de Elefantes Maesa. A su vez, los visitantes sólo podrán observarlos y habrá un programa para los voluntarios que deseen cuidar a los elefantes durante una semana.
Con información de Paulina García M.
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