Cierto día, platicando con la banda nos pusimos a buscar quién de entre nosotros sabía o había escuchado la grosería más fuerte ú ofensiva y la verdad hubo algunas tan fuertes que hasta las piedras se partirían en dos con sólo la vibración acústica de aquellas groserías. Sin embargo destacó una que hasta hay libros para clasificar sus significados y usos y, aunque es una palabra muy común, es la forma en cómo se utiliza. La palabra en cuestión es «MADRE».
No conformes con las que escuchamos salimos a hablar con la gente y a hacerles una o dos preguntas:
1.- ¿Cuál es la grosería o expresión más fuerte que ha escuchado?
(Y si incluye la palabra «Madre»)
2.- En el sistema de pesos y medidas. Para usted. ¿Cuánto vale una Madre?
Algunas de las respuestas fueron las siguientes:
«Que poca Madre» – «Vale poco, que tiene poca, o sea que no tuvo quien le diera sus chingadazos de chavo».
«A toda Madre» – «Vale mucho. Que está chingón, que todo sale como uno quiere».
«(Me) Vale(s) Madres» – «Pues que vale una chingadera. ¿Apoco no?
«¡Ah, su puta Madre!» – «Que se dió un buen chingadazo o que le pasó algo chocho».
«Les dieron una Madriza por culeys» – «Pues creo que mucho porque les dieron su castigo por ratas».
«Van y chingan a su puta Madre» – «Vale que van y chingan a su puta Madre».
En algunos de los casos las expresiones fueron para ofender o maltratar a la Madre del prójimo, en otros casos la palabra «Madre» es el insulto en si mismo.
¿Es «La Madre» un insulto en la vida de las personas?
¿Es «La Madre» un valor agregado en la vida de las personas?
¿Hay que agradecer o maldecir por tener una Madre o «Una Madre»?
¿Vale algo seguir utilizando la palabra «Madre» como insulto?
¿Cómo vale mejor utilizar la palabra «Madre»?