* La primera actriz Norma Lazareno, ha sido su madrina de inicio de temporada, así como Pedro Sola y Miguel Sabido sus padrinos.
* Obra de Alberto Estrella con la maravillosa actuación de la primera actriz, Teresa Selma.
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de julio de 2022.- Teresa Selma comenzó sus estudios de arte dramático en México, en el seminario de Actores del maestro Seki Sano en el año 1952, y lo que sería un simple taller de actuación se convirtió para ella en un encuentro con su voz interior, su voz como artista, pero también su voz como mujer y ciudadana, el teatro la liberó, no sólo de la opresión de lo que era la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela, sino de la opresión de lo que era su hogar.
México recibió a una jovencita oprimida y la convirtió en esa voz potente con garras que se disponía a devorarse el mundo, y se lo devoró. La transformó en una de las mujeres más fuertes que haya existido en el teatro latinoamericano. El teatro le dio la oportunidad de ser libre y ella siempre lo agradece con un montaje que valga la pena.
Para Teresa Selma hablar de teatro no es sólo hablar de una profesión, es su forma de vivir, su hábito, toda su intimidad, cada obra que ha realizado cobra un sentido ulterior dentro de su existencia y de su forma de ver el mundo. El teatro para Teresa, no es sólo entretenimiento, hay en su oficio como actriz una búsqueda filosófica constante, una necesidad de interrogar y encontrar respuestas a las injusticias.
Con más de 70 obras de teatro en su quehacer teatral, Teresa Selma ha recorrido un sin fin de autores universales como: Georg Büchner con su Woyzeck, un Bertolt Brech con Madre Coraje, Esquilo, Shakespeare, Zorrilla, Lorca, Haroldt Pinter, entre muchos. Teresa ha interpretado personajes de textos controversiales como Los Negros de Jean Genet, el drama existencialista de Sartre, A puerta Cerrada; El Testimonio de Peters Weiss; Torquemada de Agusto Boal.
Ella se abre camino siempre para dar con esa producción teatral que incomoda a la sociedad, un teatro furioso que quiere remover el pensamiento crítico del espectador y sacarlo de su burbuja de confort, ese ímpetu por la justicia y la reflexión la ha concentrado en realizar personajes complejos, críticos, punzantes, con temáticas actuales de autores modernos, incluso nuevas generaciones de dramaturgos, así llegó a los textos: Arráncame la vida de Elio Palencia donde aborda el estremecedor tema del sida entre una madre y su hijo; Yo soy Carlos Marx de la autora Gennys Pérez donde se aborda de manera controversial el tema del socialismo en Latinoamérica y su actual obra en cartelera de Stefano Massini y su Mujer No Reeducable donde se aborda el violento tema de la libertad de expresión y las dictaduras.
Teresa, es curiosa, inquieta, vibrante, siempre a la caza de nuevos retos con contenido humanista. De esta manera, Teresa Selma ha llevado una carrera vertiginosa de siete décadas entre el escenario, la televisión, la radio y el cine. Su hogar, su verdadero hogar es la interpretación, su capacidad para desdoblarse y ser otras mujeres, otros asuntos, otros acontecimientos del ser, otras voces.
En la televisión ha estado presente en producciones inolvidables como la telenovela venezolana Por estas Calles de ibsen Martínez, una telenovela que rompió los esquemas tradiciones de hacer melodrama y se enfiló hacia las denuncias de corrupción política e injusticia social. También ha estado vinculada a la radio cultural y numerosos programas; como dice ella, “lo que se gana en televisión se invierte en una buena obra de teatro”.
En Venezuela, Selma perteneció a una de las agrupaciones íconos del teatro latinoamericano: Rajatabla, y de la mano del gran Carlos Giménez actúo en producciones emblemáticas como El Coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez y Oficina Nº 1, y Casas Muertas ambas de Miguel Otero Silva, entre una treintena de espectáculos que le dieron la vuelta al mundo por diferentes festivales internacionales. La loca de Bouchout emperatriz de México un montaje teatral con el que Teresa Selma le rinde homenaje a Fernando del Paso y La muerte burla burlando versión que realizó la actriz sobre cuento de autores como: Francisco de Quevedo, Sergio Magaña, José de Gosrotiza, Efraín Huerta, Luis Brito García y Otrova Gomas, ambas versiones que abordan temas como la muerte, el poder y la locura, son unipersonales que Teresa Selma tiene haciendo por más de veinte años.
Resumir una trayectoria tan fructífera de una profesional que ha dedicado su vida al arte escénico, resulta quimérico, pues Teresa ha hecho teatro de forma permanente desde hace 70 años, no ha habido un sólo año en que no nos sorprenda con un nuevo trabajo escénico. El amor y agradecimiento que siente Teresa por México es infinito, este país la hizo mujer, madre, y artista, en él encontró la fuerza interior que definiría su temperamento y sus garras para enfrentar la vida y el arte. Esta actriz de 92 años ha visto florecer y derrumbarse muchas ideologías y muchas democracias.
Venezuela y México son sus hogares, ahora mismo cuando mira hacia atrás y ve la destrucción de su tierra natal por una narco-estado, encuentra paz en su México amado, como aquel 1952 cuando llegó para estudiar medicina en la UNAM y se enamoró de esta tierra azteca. México siempre le brindó la oportunidad de ser libre. Hace cuatro años Teresa regresó a Venezuela: “Quería despedirme de mi patria, porque quizá no vuelva”, y pudo despedirse de su paisaje, su cerro El Ávila que arropa la ciudad de Caracas, sus calles, y lo más importante pudo despedirse de su escenario venezolano y su gente del teatro, quiénes recibieron a la maestra de más de cinco generaciones, con amor y respeto, porque a la larga, un país no es su gobierno, es su gente, y Venezuela está repleta de gente cálida, amorosa y alegre.
De vuelta a México, con sus amigos de toda la vida, con su familia teatral, el país donde sabe que algún día morirá y al que le agradece tanto de lo bonito que ha vivido, sigue haciendo lo que mejor sabe hacer: interpretar, actuar otras vidas… ahí la tenemos, subida en un escenario haciéndonos reflexionar sobre la importancia de la libertad de expresión en tiempos violentos con su Mujer no Reeducable, donde interpreta una periodista asesinada, un tema que no es indiferente para su México amado. Y también, con El consultorio de la Dra. Spellman, una obra que el reconocido actor Alberto Estrella escribió y produce para ella con gran generosidad; donde interpreta a una doctora en psicoanálisis que decide realizar una sesión de abierta de terapia y la visitan diversos personajes que en realidad son proyecciones de su personalidad múltiple.
«Esa niña que miraba el mar por las rendijas de una habitación donde su madre rigurosa la castigaba en Puerto Píritu, comprendió a temprana edad, que la libertad, ante todo, es un estado combativo del espíritu, nadie, ni nada, ni el hogar más opresivo, ni la dictadura más feroz, puede arrebatarte lo que has cocido a tu piel con hilo de acero… Y Teresa Selma se coció a su carne un sentido de libertad pleno, quizá su única prisión donde se siente cómoda y feliz, es sin duda, el teatro”, asegura Gennys Pérez, dramaturga venezolana.
El consultorio de la Dra. Spellman se estará presentando todos los domingos a las 18:00 horas en el El Círculo Teatral, el cual se encuentra ubicado en calle Veracruz No. 107, colonia Condesa, muy cerca del Metro Chapultepec. Entrada General $150.