Recientes investigaciones han encontrado una relación entre el dinero y la felicidad, sugiriendo que el aumento de los ingresos puede estar relacionado con un mayor nivel de satisfacción y bienestar emocional. El estudio realizado por el psicólogo Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel de Economía en 2002, llegó a la conclusión de que, en general, las personas que ganan más dinero tienden a ser más felices que aquellas con menores ingresos.
Aunque investigaciones anteriores habían descartado la idea de que el dinero pueda comprar la felicidad, el estudio actual encontró que, en general, el aumento de los ingresos está relacionado con un mayor nivel de felicidad.
Los especialistas Killingsworth y Kahneman se juntaron con la también psicóloga Barbara Mellers y analizaron los casos de más de 33 mil personas en Estados Unidos, cuyo ingreso anual era superior a los 85 mil dólares.
Luego de hacer un seguimiento diario de su estado de ánimo, encontraron que la felicidad aumentaba a medida que los ingresos crecían, especialmente cuando estos superaban los 100 mil dólares.
Sin embargo, señalaron que esta relación entre el dinero y la felicidad no es absoluta. Por ejemplo, las personas que ya son económicamente acomodadas pero infelices no experimentan un aumento significativo de felicidad al ganar más dinero. Además, el estudio no sugiere que el dinero sea el único factor determinante de la felicidad, sino que puede ser un elemento que contribuya a alcanzarla.
