Todo mundo comiendo camote, mientras que en el palacio de Windsor, comían los más exquisitos platillos en la boda real del Príncipe Harry. A quien le batearon decenas de suspirantes. De todas las novias que tuvo, se fue a casar con la menos lucidora. Hará buenas chambas? O le girará muy canijo la ardilla? Mientras en este lado del Charco o más bien …hasta Baja California, tuvo lugar la boda real política. Así la llamó Ricardo Ravelo. La de Zaira Vega Labastida, hija del gobernador Francisco Vega de Lamadrid, con Gustavo Luken, en el Club Campestre de Tijuana. Acá no escatimaron un centavo en la pachanga. Asistió la crema y nata de la política, cúpula empresarial, artistas colados, Y los personajes de relumbrón Santiago Creel, Damián Zepeda (dirigente nacional del PAN) y Ricardo Anaya, AMLO, Meade y hadta el Bronco. Quienes al momento de cerrar esta columna no sabiamos si llegaban o echarian la weva pal debate del domingo.La mesa de regalos, dice la información puesta por la pareja, agradece sus presentes de la tienda de departamentos neoyorquina (con sucursal en San Diego): Macy’s. En la lista aparecen ropa de cama de 179 dólares, almohada de 109 y 99 dólares, cuchillería de 99 dólares, aparato eléctrico de 299 dólares, utensilios de cocina de 429 dólares. Y A mi la neta no se me hicieron tan exagerados los precios como por ejemplo, la boda de Cuauhtémoc blanco donde había una estufa inteligente que casi le pegaba almillón de varos.
En lo que si ganaron los pomadosos inglesitos fue en el After Party… que debería de suceder antes de lo que aquí llamamos la torna boda . Para este reve, llamaron puro gallo experimentado de la música electrónica como el legendario Carl Cox, junto con Drum n Bass, Goldie, Jamie XX y Jackmaster. La idea del ponchis ponchis fue del propio mareado Príncipe Harry quien admitió su fanatismo por la música electrónica y agregó: «Solíamos poner los mixes de Cox y Goldie en el Palacio de Buckingham hasta el punto en el que conseguí que a mi abuela le gustara. Somos sus más grandes admiradore”. Ya me vi en ese rey bailando con la ruquita más rica del mundo . la cura es en Fabric, un club nocturno ubicado en Londres. Siendo la última fiesta del Príncipe Harry antes de comprometerse al 100% al estilo de vida real. Que weva… aunque por unos milloncejos igual hadta me acostumbraría