Por: Paulina García M.
Comer es uno de los grandes placeres de la vida y hacerlo en compañía de amigos o familiares, puede resultar aún más gratificante. De acuerdo con algunos investigadores, esta costumbre de alimentarse mientras estamos rodeados de nuestros seres queridos, podría ser una adaptación evolutiva, pues en épocas antiguas los alimentos se compartían con los demás para tener la certeza de que toda la tribu comiera adecuadamente.
Sin embargo, en la actualidad, esta práctica puede tener ciertas consecuencias respecto a las cantidades que ingerimos, pues la Universidad de Birmingham realizó un análisis minucioso de datos obtenidos en algunos estudios anteriores y llegó a la conclusión de que comemos más cuando estamos en compañía de amigos. Así mismo, es probable que en esos momentos descuidemos nuestra alimentación y optemos por ingerir más calorías, grasas y proteínas.
De acuerdo con algunos psicólogos, lo anterior se conoce como “hipótesis festiva”, pues se trata de un momento en el que nos sentimos relajados e ingerimos alimentos sin sentir culpa; así mismo, las comidas entre amigos suelen ser de una duración mayor, lo cual también influye en nuestro consumo.
Por otra parte, cuando se trata de comer a lado de desconocidos tendemos a disminuir las cantidades de comida que consumimos.
Así que, no te olvides de cuidar las porciones de tus alimentos cuando disfrutas de un rato agradable con tus seres queridos.
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