Por Ximena Delgado
Hoy en día, pensar en nuestra alimentación es vital, ya sea tanto en cantidad como calidad, pues son diversas las enfermedades o deficiencias que podemos padecer en caso de que nuestra nutrición no sea ni buena ni balanceada. Aunado a ello, también debemos pensar que muchos de los alimentos que se producen en la industria agroalimentaria han pasado por un proceso de ingeniería genética que los han llevado a adquirir ciertas características y que los han convertido en un posible riesgo para la salud, ya que lo que tiene más relevancia durante este proceso es producir grandes cantidades para tratar de satisfacer la demanda de la población mundial y, como personas comunes, poco sabemos de los riesgos de ingerir alimentos transgénicos y mucho menos identificarlos.
Cuidar nuestra alimentación en todas sus “etapas” es muy importante, es decir, desde la producción, la preparación y la ingesta. Es evidente que nosotros no podemos encargarnos del primer paso, a menos que seamos unos aficionados a lo natural y hayamos decidido tener nuestro propio huerto en casa. Como en la mayoría de los casos no es así, aquí te presentamos una de las maneras en las que puedes comenzar a cuidar más el proceso de preparación de tus alimentos y así evitar ingerir sustancias dañinas en tu cuerpo.
Según un estudio elaborado en la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, se descubrió que la mejor manera de lavar y eliminar los residuos de pesticidas que pueden contener las frutas y verduras que consumimos es con el famoso bicarbonato de sodio. Por medio de este estudio, se descubrió que el uso de esta sal alcalina ayuda a eliminar hasta un 96% de los plaguicidas. Además, es una forma de contribuir con menos químicos en el medio ambiente, ya que resulta ser un compuesto ecológico, barato, fácil y seguro de usar.
Los pasos que debes seguir para desinfectar tus alimentos con bicarbonato de sodio son muy sencillos, pues sólo debes agregar unas cucharadas de bicarbonato en un tazón o recipiente (dependiendo de la cantidad de frutas y verduras que vayas a lavar en el momento). Luego, deberás dejarlas durante unos minutos sumergidas en dicha agua, para finalmente enjuagar todo con agua fría. Otra opción es agregar un poco de bicarbonato en un cepillo y tallar las superficies rugosas de algunas verduras y frutas con la finalidad de eliminar todos los residuos de sustancias que puedan contener. ¡Así de fácil! ¿Qué te parece?
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