El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha criticado duramente el informe sobre Derechos Humanos del Departamento de Estado estadounidense, al que ha calificado de «bodrio».
Durante la mañanera de este miércoles, el mandatario aseguró que en México no se realizan actos de tortura ni se cometen masacres, y que las acusaciones en el informe carecen de pruebas.
López Obrador tachó de «calumniadores y mentirosos» a los responsables del Departamento de Estado y reprochó que las autoridades estadounidenses se quedaran calladas en el pasado sobre estas cuestiones en México. Además, exigió que se muestren las pruebas que demuestran que se tortura en México, y cuestionó las acusaciones de masacres.
El mandatario subrayó que en México se garantiza la libertad de expresión y que no se persigue ni reprime a nadie. En sus palabras, el estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos y se trabaja para mejorar en esta materia.
“En México no hay masacres, en México el Estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos. En México se garantiza la libertad de expresión, no se persigue a nadie, no se reprime a nadie, que no se confundan”, expresó López Obrador.
