Hace unos meses, Carlos de 13 años ingresó al primer semestre en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), conviertiendose en el estudiante más joven de la historia de esta institución; pero lo que comenzó como un sueño para el pequeño estudiante, se ha convertido en una pesadilla llegando inclusive a los tribunales.
Anteriormente otro profesor había lanzado una campaña en redes cuestionando la capacidad académica del estudiante.
Carlos señaló en su declaración que los profesores, sobre todo en la materia de álgebra, le ponían calificaciones injustas y «hago la segunda vuelta y me ponen el mismo examen en el que saqué cero, y pregunto en qué me equivoque, por qué saqué cero, entonces (la suplente del profesor titular) empezó a decirme que yo no tenía por qué estar ahí, que porque era un niño y que los niños no van a la universidad».
Por su parte, Fabián Santamaría, padre del menor, decidió tramitar un amparo ante un tribunal argumentando la omisión de las autoridades universitarias para brindarle a su hijo un ambiente adecuado, por lo que se resolvió evaluar las repercusiones para poder llegar a una reparación del daño.
Hasta ahora, la coordinación únicamente ha amonestado a un profesor y emitido una sanción administrativa a la ayudante de profesor.
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