México tiene un reconocimiento a nivel mundial por su comida, cultura, productos y sus riquezas naturales y tiene uno de los territorios más diversos del mundo, a esta riqueza cultura se le conoce como “denominaciones de origen”.
En este sentido, entendemos como denominación de origen, al nombre de una región geográfica del país que sirve para designar un producto originario de la misma, y cuya calidad o características se deban exclusivamente al medio geográfico, y a la elaboración de productos a partir de métodos tradicionales, vinculados a las costumbres de zonas geográficas delimitadas.
Asimismo, se caracterizan por contener una importante carga histórica y cultural; y las indicaciones geográficas, que identifican un producto como originario de una región, localidad o lugar del país, cuando su calidad, reputación u otra característica del producto se deba fundamentalmente a su origen geográfico.
Sin embargo, al día de hoy, México cuenta únicamente con 18 denominaciones de origen, las cuales sus respectivos registros internacionales corren a cargo del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) lo cual conserva y declara que el Estado Mexicano es propietario de dichos derechos sobre los productos, las cuales son:
- Tequila
- Mezcal
- Olinalá
- Raicilla
- Charanda
- Yahualica
- Bacanora
- Talavera
- Sotol
- Pluma
- Cacao Grijalva
- Café Chiapas
- Ámbar de Chiapas
- Mango Ataulfo del Soconusco de Chiapas
- Chile Habanero de la Península de Yucatán
- Café Veracruz
- Arroz del Estado de Morelos
- Vainilla de PapantlaTodos estos son productos 100% mexicanos que fomentan el desarrollo local, generan fuentes de empleo, ayudan a las comunidades y pueden competir a nivel internacional.“La figura de la denominación de origen se encuentra regulada tanto en nuestra legislación nacional, a través de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, como en diversos tratados internacionales de los que México es parte, entre los cuales destacan, el Arreglo de Lisboa Relativo a la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional y el Acuerdo sobre los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, entre otros”, menciona Víctor M. Adames, socio de BC&B, firma legal y de negocios.
Para que pueda ser considerada esa indicación de procedencia una denominación de origen y ser protegida como tal por media de la declaratoria respectiva, debe cumplir con tres condiciones principales, que son las siguientes:
- La denominación de origen deberá estar constituida por el nombre de un lugar o región geográfica del país.
- Que con dicho nombre se designe un producto originario de esa región geográfica.
- Que el producto tiene características y cualidades especiales respecto de productos de su misma clase o especie y que éstas se deban exclusivamente al medio geográfico, incluido en este último los factores naturales y los humanos.
Ahora bien, respecto de la última parte del concepto de denominación de origen que se refiere a los factores naturales y humanos, a efecto de ejemplificar cuales pudieran ser estos factores, mencionaremos los siguientes:
Factores naturales
- Las características y composición del suelo.
- Temperatura.
- Humedad.
- Altitud sobre el nivel del mar.
- Clima.
- Factores humanos
Tradición y costumbre.
- Especialización en un determinado arte u oficio.
- Utilización de procesos especiales.
Bajo este contexto, recientemente podría sumarse una nueva denominación de origen, dado que se estima que en los próximos 3 meses el Consejo Regulador de Chile Habanero (CRCH) integrado por representantes gubernamentales, industriales y especialistas de Yucatán y en colaboración con la Secretaría de Fomento Económico (SOFET) y la Entidad Mexicana de Acreditación (AMA) se logrará la obtención de la Denominación de Origen del “chile habanero” con el objetivo de impulsar la competitividad y puertas a nuevos mercados.
El chile habanero producido en Yucatán, Campeche y Quintana Roo se encuentra en la mira de empresarios estadounidenses ya que a diferencia de otros países este se caracteriza por su sabor único derivado de los minerales por el tipo de tierra, agua y la abundancia de sol. Además de brindar grandes salsas, pastas y deshidratados, de la planta se pueden obtener fármacos contra la diabetes y la artritis.
“Finalmente la “denominación de origen” es mucho más que un certificado para identificar un producto propio de una región con características únicas y calidad particulares; también es una herramienta fundamental para que un país proteja a sus productos de la competencia desleal realizada a través de imitaciones, falsificaciones o adulteraciones. Es indudable que todos los productos con denominación de origen llevan en sí una garantía de venta, pues el público consumidor sabe que el estar respaldado por esa indicación de procedencia implica un riguroso control de calidad”, afirmó Víctor M. Adames.