William George Davis, un enfermero de 37 años, fue acusado de matar a cuatro pacientes en 2017, tras supuestamente inyectarles aire en las arterias en el Hospital Christus Trinity Mother Frances, en Texas (EUA).
Según las investigaciones, los pacientes habían sido intervenidos quirúrgicamente, pero cuando se encontraban estables sufrían síntomas similares a los de un derrame cerebral. Por ello, tomaron tomografías computarizadas, las cuales mostraron espacios anormales en sus cerebros. Además, el único enfermero de guardia que cuidaba a dichos pacientes era George Davis.
Por su parte, Phillip Hayes, abogado del acusado, alegó ante los jurados que su cliente simplemente estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Aunque Davis se ha declarado inocente, el gobierno considera la opción de pedirle al juez que lo condene a cadena perpetua o a muerte.
“Resulta que un hospital es el lugar perfecto para que un asesino en serie se esconda”, dijo este martes en la corte el fiscal del condado de Smith, Jacob Putman.
“De 2017 a 2018, entró en los cuartos de varios pacientes sin que nadie mirara, sin que nadie lo supiera, e inyectó aire en sus arterias para matarlos”, agregó.
El enfermero fue detenido en 2018, pero su juicio se retrasó debido a la pandemia de COVID-19.