A principios de noviembre, nació en Singapur un bebé con anticuerpos capaces de resistir al COVID-19, pero sin ser portador de esta enfermedad.
Aldrin nació sano a pesar de que su madre, Celine Ng-Chan, había contraído el virus en marzo durante unas vacaciones por Europa, cuando tenía 10 semanas de embarazo.
De acuerdo con un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Birmingham, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Especial de Investigadores HRP de la OMS, se sabe que las personas embarazadas que “tienen afecciones preexistentes, como diabetes o hipertensión crónica, o las personas de mayor edad o con sobrepeso, tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones graves de salud al contraer COVID-19”, pero aún no hay pruebas de que una persona embarazada infectada pueda transmitir el virus a su bebé durante el embarazo.
La comunidad médica tampoco sabe si los anticuerpos se pudieron haber transferido a Aldrin durante su gestación o si estos le ofrezcan un escudo eficaz contra el virus, ya que su madre se realizó pruebas y no mostró presencia de ningún anticuerpo en su organismo.
“Aún se desconoce si la presencia de estos anticuerpos en un recién nacido confiere un grado de protección contra la infección por COVID-19, y mucho menos la duración de la protección”, declaró Tan Hak Koon, presidente de la división de obstetricia y ginecología del Hospital de Niños y Mujeres KK.
Con información de Magaly Montoya
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