Por J. Augusto Peña
«Los responsables deben saber que una terrible venganza les espera», declaró el mandatario iraní, Mohammad Baghéri
Mohsen Fakhrizadeh, un científico nuclear de Irán que supuestamente se encontraba trabajando en un proyecto para desarrollar armamento de alto potencial destructivo, fue asesinado este viernes 27 de noviembre mientras conducía su automóvil en una provincia cerca de Teherán.
Según agencias de información de ese país, los responsables hicieron estallar un auto-bomba cerca del automóvil de la víctima y luego le dispararon en repetidas ocasiones. A pesar de haber logrado llegar a un hospital, la víctima perdió la vida tras haber transcurrido unos minutos.
El canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, publicó inmediatamente su conocimiento de los hechos, y solicitó tanto a la población de Irán como a organizaciones internacionales, especialmente la Unión Europea «condenar este acto». Señaló que los responsables son israelíes, sin embargo, no se tiene una prueba fidedigna sobre esta declaración que se cita a continuación…
«Los terroristas asesinaron a un eminente científico iraní hoy. Esta cobardía, con serios indicios de un rol israelí, muestra el belicismo desesperado de los perpetradores. Irán pide a la comunidad internacional, y especialmente a la Unión Europea, que ponga fin a su vergonzoso doble rasero y condenen este acto de terror de Estado»
A este importante científico se le acusa de estar involucrado en el desarrollo de una súper bomba nuclear, con alcances destructivos nunca antes imaginados, y por eso agencias de inteligencia occidental lo consideraban peligroso. Se sabe que Irán está produciendo grandes cantidades de uranio, que es útil para abastecer de energía a su población, pero también podría servirle para una bomba nuclear y eso preocupa a la comunidad internacional.
Esta preocupación llevó a la firma de un acuerdo en Viena, donde se estipula que Irán debe informar a las Naciones Unidas lo que haga su energía nuclear. En 2015 Israel reveló que en Irán se trabajaba en secreto en el desarrollo de un arma nuclear, que tenía el nombre clave de «proyecto AMAD», tras haberse revelado, Donald Trump dijo que Estados Unidos saldría del acuerdo.
Mohkzen, quien fue nombrado jefe de la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa, tenía tres pasaportes con nombres diferentes, y no se sabía mucho de su vida personal, excepto que era profesor de Física, y que tenía un matrimonio con tres hijos.
Se formó en la Universidad Imam Hossein en Teherán; institución conocida por sus vínculos con las Sepah-e Pasdaran-e Enghelab-e Islami, los cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, a la cual él perteneció; esta escuela está vinculada con miembros del ayatola, que se consideran líderes y maestros del Islam. Mohkzen era considerado el científico de los ayatolas, que lo hayan asesinado representa para Irán un ataque a su desarrollo científico y tecnológico, así como a la filosofía con la que lo encaminan, por lo tanto, han asegurado que este asesinato tendrá represalias ya que es en el fondo un atentado contra el crecimiento de Irán.
Mohammad Baghéri, jefe de Estado de Irán, señaló que «los responsables deben saber que una terrible venganza les espera». Las tensiones tienen una magnitud internacional que debe ser resuelta en lo inmediato.
En Irán, durante la última década, han sido asesinados en total cuatro hombres que trabajaban en algún proyecto nuclear y siempre se ha responsabilizado a grupos terroristas.
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