¿Alguna vez vio estos cacles tribaleros con los que bailaban algunos? Pues aunque parecían meme, hoy son una realidad en la ciudad de Cluj en Transilvania.
El zapatero Grigori Lup de 55 años, tuvo que enviar a sus diez trabajadores a casa, pues no había encargos que pudieran sustenar sus sueldos, a punto de cerrar para siempre su tienda, encontró una creativa salida.
Así fue como comenzó a fabricar zapatos gigantes que garantizan el distanciamiento social y evitar que alguien se acerque de más. ¡Definitivamente me hacen falta para ir por tortillas y que respeten a «Susana Distancia»!
Estos cacles con estilo son de un número normal, pero justo donde terminan los deditos comienza una larga punta rellena de un material bastante ligero, pues tampoco son pesas.
«Si dos personas que llevaran mis zapatos se pusieran una enfrente de otra habrían una separación entre ellas de cerca de un metro y medio», mencionó Lup.
Aunque esta idea comenzó casi como broma, y únicamente para llamar la atención a su negocio, este calzado se ha vuelto una realidad y una buena opción para algunos. ¿Los comprarías?
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