Hace ya un mes que publicamos el último texto, nos cambiamos el rostro, hasta el nombre, ahora estamos como “Sensualízate” en FB, hace un mes que recién pasábamos el día de los enamorados, pero que va, ya nadie se acuerda ni de que marca eran los chocolates que regalaron. Hace un mes sonaba también con fuerza el potente 9 de marzo, mucha historia hay desde entonces, también hace un mes escuchábamos ya la presencia de un virus que hoy nos mantiene a la distancia.
Pero fíjense que también es importante para mi, contarles que hace un año comenzamos la aventura en este espacio, fue Yosst Arias quien en una honesta invitación me sube al barco. Y he de decir que sin cursos de redacción ni ser experto en las letras me he aventado y sin paracaídas, me acompañan muchas palabras, todas para dar sonido a las voces que quieren salir, me acompaña una pluma humilde, emocional, transparente y genuina hace ya un año y casi 40 textos que escribimos para ustedes; hace ya un año y montones de comentarios buenos y para reflexionar, hace un año que Fernanda Tapia me abrió sus puertas… y sé que ni en 365 días más podría contarles lo valioso que ha sido para mí tener este espacio.
Decidí celebrar (sí, escuchó bien, en medio de una pandemia, de mucho caos en las mentes de todos, de dolor, también sonreír se vale) este mes de aniversario, publicando durante los 31 días que tiene marzo una foto de esas mujeres que están ahí, que son hijas, hermanas, madres, amigas, esas mujeres que se sumaron en este proyecto “Mujeres de Marzo”, muchas gracias, durante cada día que dure marzo se publica una foto de una mujer de las 31 que aceptaron participar y escogí una frase que les leí/escuché en algún momento. Y así en nuestra página (Sensualízate) publicamos fotos de mujeres fuertes con frases poderosas.
Decidí también guardar silencio durante este mes, pues entendí que no podemos ni debemos olvidar lo pasado en marzo 9, que por tanto dolor, tanta impunidad, tanta injusticia, que por tanto olvido nuestras mujeres se ausentaron un día completo, fue duro, sí, pero mejor respetar su ausencia un día que vivir su pérdida toda la vida.
No fue fácil llegar, mantenerse de pie tampoco, pero poco a poco nos estamos puliendo, siempre honestos y con mucho cariño seguimos andando. Poder leer siempre sus devoluciones, sus secretos, sus experiencias, sus trocitos de historias que me regalan en privado, por mensajitos o llamadas me honran. Mantenerse de pie ante la adversidad, de pie ante el fracaso y de pie también rumbo a esos pequeños momentos de vida que llamamos felicidad.
En estos días de cuarentena nos estaremos leyendo más seguido, es promesa.
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