Lupita era amor y fue asesinada por Luis Ángel
Amar a alguien es decirle: tú no morirás jamás.
Gabriel Marcel (1889-1973)
Nicolás Romero es uno de los 125 municipios del Estado de México. Está ubicado al norte del Estado, formando parte de la Zona Metropolitana del Valle de México. Su cabecera municipal es la Ciudad Nicolás Romero, localizada a 58 km de la ciudad de Toluca, San José del Vidrio es nuestro destino, luego de que el pasado 6 de julio de 2017, al realizar la búsqueda diaria de Feminicidios en el país, encontré una nota más; Lapidan a mujer en el Estado de México…
La barbarie, una vez más en el estado donde ser mujer implica jugarte a diario la vida, Verónica Guadalupe Benítez Vega fue una más de estas decenas de mujeres asesinada de la manera más vil y cobarde, una madre de un pequeño de 3 meses a quien estaba amamantando, por quien daba la vida.
Al llegar hasta el domicilio de la Familia Benítez Vega, un lugar donde la contaminación todavía respeta el cielo azul que ya no se ve en otros municipios de este estado de la vergüenza, nos recibió Iván de Jesús hermano mayor de Lupita, quien nos invitó a pasar. Al ingresar, frente a nosotros estaba una cruz de cal en el piso, flores blancas acompañando la foto de quince años de Lupita, la cual reflejaba felicidad, un vestido rosa enmarcaba la belleza de esta jovencita, la cual seguramente no imaginó en ese momento lo que sucedería seis años más tarde, un corazón de cera formado por las velas que han sido utilizadas durante los rosarios de la joven madre inmortalizan el amor que Lupita tenía por su familia, lo que para cada uno de ellos representaba, Juana Isabel, hermana mayor de Lupita salió a nuestro encuentro, en la recamara se encontraba Verónica Vega madre de Lupita cuidando al bebé de tres meses que dejó su hija menor.
Verónica Guadalupe Benítez Vega, nació el 10 de junio de 1996, en San José El Vidrio, Nicolás Romero, Estado de México. Era la menor de tres hijos de la familia conformada por Verónica Vega Osnaya y Jesús Benítez Estrada; -fue el pilón- recuerda su mamá, “ya no la esperábamos, pero fue la alegría de la casa, era mi compañera, ahora ya no está, con las manos en el pecho Verónica recuerda a su pequeña, a la bebé de la casa”, Iván de Jesús con profundo dolor perpetúa cuando la pequeña Lupita nació, él le llevaba nueve años, Juana Isabel siete, para todos era la bebé, la pequeña, “La última vez que hable con ella, la vi y la abrace fue el 10 de junio el día de su cumpleaños, le hice saber cuánto la amaba y que siempre iba a contar conmigo, fui a su casa y la abrace y le volví a decir que la amaba”.
Lupita era una joven feliz, llena de sueños y proyectos conoció a Luis Ángel Reyes Jiménez, cuatro años atrás, “lo conoció y se enamoró, estaba muy contenta con él, estaba enamorada, durante cuatro años que duro el noviazgo no vimos nada extraño”, detalla Juanita, se casaron el 6 de enero de 2017, Lupita ya estaba embarazada.
¿nunca vieron nada extraño? Le pregunto a Juanita
“Bueno de hecho cuando eran novios ella dejo de ir con nosotros como familia a reuniones y cuando se casó dejo de venir a la casa, Gabriela Irma Jiménez, madre de Luis no quería a mi hermana, de hecho, el día que se casaron ella estaba muy molesta, no se veía feliz porque su hijo estuviera contrayendo matrimonio, tal vez fueron detalles que no alcanzamos a ver”.
Lupita estaba estudiando la Licenciatura en Bioquímica Diagnóstica en la Facultad de Estudios Superiores en Cuautitlán, la cual dejó durante unos meses para atender a su bebé, en agosto reiniciaría clases, Lupita se casó enamorada de Luis Ángel, quien ahora la familia sabe no era quien pensaban, “el siempre dio otra cara, era un hipócrita y falso, igual que su mamá, quien de india no bajaba a mi hermana” narra visiblemente molesta Juanita, “ incluso estos últimos días estuvo viniendo mi hermana todos los días, yo la vi el miércoles, sentí como que quería decirme algo, estaba callada, ya era tarde como que no se quería ir, pero nunca nos dijo nada, fue como si nos estuviera protegiendo de Luis y su mamá”
El jueves 6 de julio de 2017 a las once y treinta minutos a.m. aproximadamente, en San José El Vidrio, Juanita recibió una llamada de una mujer que aún no sabe quién era, la voz del otro lado le dijo “vete al departamento rápido sucedió una desgracia”, Juanita con el corazón en la mano salió corriendo al departamento de su hermana menor el cual rentaba desde que se casó, al llegar a la calle Guadalupe Victoria el corazón empezó a acelerar aún más, frente a un árbol que daba con la parte trasera del departamento estaba el cuerpo de Lupita, cubierta con una sábana blanca, ahí estaba la suegra Gabriela, “recuerdo que de inmediato le pregunte por el bebé y por el marido de mi hermana, ella solo me contesto, no sé, y se fue, de inmediato llego Luis con la Directora de la escuela primaria privada Instituto Pedagógico Paulo Freire, el cual se encuentra a unos pasos del lugar de los hechos, Luis estaba muy alterado decía incoherencias, cosas irreales, yo solo quería saber dónde estaba el bebé”.
Juanita aturdida intenta asegurarse de que el cuerpo que está ahí sin vida es el de su hermana, levanta la sabana y la ve, “nunca me voy a poder quitar la imagen de mi hermanita de la mente, estaba desecha, de primer momento nos dijeron que fue lapidada, lo que supimos después fue aún más dantesco, recuerdo que ella no tenía más que lo que le hicieron en la cabeza, no se le veía sangre en la ropa”, el informe del forense reveló algo más, Lupita había sido atacada con un arma blanca, 17 heridas mortales, entonces no fue el bloque que le aventaron a la cara, antes ya la habían atacado, la degolló, la destrozó, parecía como si la hubieran cambiado de ropa y además tenía golpes añejos, “mi hermana ya estaba siendo violentada por Luis”.
El pequeño de Lupita fue recuperado de las manos de su abuela paterna solamente cuando la policía acompañó a Juanita a preguntar por él, “sólo quería verlo, revisarlo, saber que estaba bien, porque cuando vi a Luis él me dijo que iban por mi hija y mis sobrinos, eso me asustó mucho, fue como lo recuperamos” puntualiza Juanita.
El padre de esta familia, Don Jesús, un hombre delgado llegó un poco más tarde a la entrevista, traía flores los rosarios aun no terminaban y el de ese día empezaría en breve, en cuanto nos vio nos hizo saber el dolor inenarrable, ese que deja una vida desecha pero que se mantiene en pie solo por alcanzar la justicia, ese dolor que una vez más teníamos ahí de frente, ese dolor que sabemos no se ira nunca, “la casé hace seis meses y miren como me la regresaron, me la asesinaron y con una saña inaudita”…
Queriendo conocer donde vivía Lupita, Don Jesús nos acompañó al lugar donde la encontraron y en efecto fue a unos pasos de su casa, esa que compartía con el hombre que amaba, el hombre que era el padre de su bebé que ahora se ha quedado bajo el cuidado y resguardo de su familia materna, al llegar al lugar el llanto nuevamente se apoderó de Don Jesús, la desesperación, la impotencia, como si en un acto de magia quisiera regresar el tiempo y evitar todo ese terror que seguramente su hija padeció, el silencio ante la tragedia, las palabras no alcanzan para dar un poco de aliento a este hombre, que está dispuesto a dar todo para encontrar justicia por su bebé, por su pequeña.
Luis Ángel Reyes Jiménez está detenido y en proceso como presunto responsable del feminicidio de Guadalupe Verónica, sin embargo, la familia de Lupita está segura que no lo hizo solo y quieren la verdad, hay muchas cosas que no cuadran, las autoridades como siempre sucede sobre todo en el estado de la corrupción (el Estado de México) no les han permitido ver la carpeta de investigación, los abogados que les asignaron no les generan confianza, saben que la corrupción existe y que seguramente ya alcanzó el caso.
“Gabriela y su hijo Luis vendían desayunos en La escuela primaria privada Instituto Pedagógico Paulo Freire, Luis llegó hasta ese lugar después de los hechos, lleno de sangre, los niños lo vieron, los docentes lo vieron, por qué no los han llamado a declarar, por qué no han llamado a la madre de Luis quien fue la primera en llegar” recrimina la familia Benítez Vega.
Don Jesús, Doña Verónica, Iván de Jesús, Juana Isabel, solo quieren justicia, no buscan venganza solo justicia y la verdad, “que una vez más no prevalezca la corrupción, que investiguen con profesionalismo, no queremos más solo que hagan las autoridades mexiquenses su trabajo”.
“Mi hermana era amor, tal vez nunca nos dijo lo que pasaba por amor a sus sobrinos, a su bebé, a nosotros, y no solo nos la quitaron a nosotros, a cada una de las personas que la conocían les quitaron un pedacito de vida, no solo la asesinaron a ella, nos asesinaron a todos, y su bebé crecerá sin su mamá, ella nos da fuerzas para buscar justicia, para cuidar a su bebé y evitar que este sujeto salga de la cárcel” concluye Iván de Jesús.
Lupita no buscó ser asesinada, la saña con la que la asesinaron, nos muestra una vez más la barbarie que estamos viviendo, era una joven recién casada que, al casarse, así como usted o como yo, su hija, su hermana, su amiga, no lo hicimos pensando en que nos van a asesinar, en que dejaríamos a nuestro bebé sin nosotras.
El pequeño de Lupita las primeras noches se sobresaltaba con cualquier ruido, conforme han pasado los días ya duerme mejor y ya no brinca con cualquier sobresalto, Juanita está segura de que extraña a su mamá, afortunadamente ambas tenían bebés y ella ahora amamanta al pequeño de su hermana, pero está segura de que jamás será lo mismo, sin embargo, en su rostro, sus risas, en sus hermosos ojos ven a Lupita y esa es la fuerza que necesita una familia que lo único que recibió de ella fue amor.
Julio 2017
Quieres contar una historia de feminicidio, búscame, ayúdame a visualizarlas.
@FridaGuerrera
fridaguerrera@gmail.com
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=w-FkbcJ9W7A]